EXCESO DE CONOCIMIENTOS

Exceso de conocimiento: un obstáculo terapéutico.

Hace un tiempo traté con un paciente iniciando sus cuarentas muy inteligente, a mi parecer con IQ muy superior a la media, con vastos conocimientos de Espiritualidad, de Religión, de Ciencia, de Tecnología, de Programación Mental, de Hipnosis, de Persuasión y Seducción etc. Con una memoria excepcional y con un poder de abstracción también fenomenal, ha incursionado en las artes plásticas con maravillosos resultados (por cierto muy poco explotados). No solo eso, sino que ha trabajado su mente al grado de llegar a manifestar algunos fenómenos síquicos difíciles de replicar. Él se sabe distinto, privilegiado, inteligente…

Todo lo anterior es fantástico, sin embargo en el curso de la terapia me quedó algo muy claro: él está completamente Vacunado contra cualquier intento de terapia. A lo largo de los años ha ido construyendo una súper fortaleza a base de conocimientos, de datos, de información muy diversa y extraordinariamente entrelazada que como arbusto de zarza se entreteje y afianza al muro impenetrable. Un muro que más bien parece una esfera metálica que lo cubre por completo donde ya no se vislumbra la más mínima entrada y obviamente tampoco hay salida. Es como si la persona hubiera perdido voluntariamente los sentidos de la vista, el oído, el tacto, el gusto y cualquier comunicación con el mundo exterior y vive en un mundo de fantasía en donde solo se escucha a sí mismo.
Él no está loco, es una persona perfectamente funcional, económicamente activa, sana, amable y simpática… incluso de un gran corazón y lo expresa ayudando a quien lo necesita. Él vive una vida tan común como la de cualquier otro, sin embargo Sufre mucho.
Sufre porque no se ha dado cuenta de que al escucharse solamente a sí mismo y al darse crédito solo a sí mismo, hay ideas, temas y puntos de vista que no ha explorado y da por vistos, temas que a llegado a creer que cree, pero no los ha podido interiorizar, hacerlos parte de su ser y los deja a un nivel meramente intelectual; todo esto lo ha mantenido dando vueltas en círculos pasando de largo la salida que se niega a ver, aunque sigue pidiendo ayuda.
Es tan inteligente que nota la intención de cada palabra, de cada gesto y nota que peligran sus creencias tan celosamente atesoradas, y sufre. Si al menos no supiera tanto, si no tuviera argumentos para contradecir al que desea ayudarlo ( y en muchos casos cuenta con los elementos necesarios para hacerlo), si no tuviera en mente tanto libro y tantas técnicas de desarrollo personal podría quizás abrir una ventanita de duda, de apertura a nuevas ideas distintas a las suyas, pero no, eso es considerado vulnerabilidad por su inconsciente y causa mucho miedo, miedo tan inconsciente que no es perceptible a niveles superficiales ya que lo disfraza de astucia.


¿No será todavía el momento? No lo sé, pero mientras, una inmensa frustración me invade.

hipnotica.mx